“Consigue todo lo que quieras trabajando como un cabrón”. La genialidad de subtítulo del Mago More.
El inicio
- 224 horas. Ésa fue mi jornada en el mes de abril.
- 263 horas. Ésa fue mi jornada laboral en el mes de mayo.
- 237 horas. Ésa fue mi jornada laboral en el mes de junio.
No sé cuánto fueron los meses anteriores porque todavía no había comenzado a trackear mi tiempo.
A finales de junio dije “hasta aquí” y me empecé a plantear si de verdad merecía la pena. Dejar de trabajar por cuenta ajena para tener más libertad y ser consciente de que estás dedicando el 80% de tu tiempo a trabajar es bastante duro.
La gota que colmó el vaso fue una videollamada de mi sobrino de 3 años en la que me dijo “Lili, ven a casa”; a punto estuve de enfadarme con él porque no entendía que tenía que trabajar y no tenía tiempo.
Me observé desde fuera y pensé “STOP!, se te ha ido de las manos”.
La trama
Llevaba bastante tiempo leyendo libros de productividad, el GTD de David Allen, las teorías de Timeblocking, la técnica Pomodoro y un largo etc.
Justo cuando estaba en pleno proceso de plantearme un cambio llegó a mis manos el libro del Mago More… y me dio la vida. Decidí comprarlo por lo ingenioso del título y la gracia del resumen, cómo no, me dejé seducir por un storytelling brillante.
A modo resumen: en este libro se proponen, de forma muy de andar por casa y fácilmente cumplibles, pequeños hitos que superar en 4 ámbitos:
- Alimentación
- Ejercicio
- Descanso
- Meditación
Todos y todas hemos oído hablar éso de que somos lo que comemos, pero creo que todavía no hemos interiorizado hasta qué punto.
Respecto al sueño, plantéate cuántas veces has pensado “me quedo un rato más hasta tarde así compenso la jornada” y has pasado el día siguiente muerto de sueño.
Me he quedado con muchísimas cosas pero voy a filtrar mucho y centrarme en tres:
- 1) Plantéate metas personales cumplibles.
- En meditación:
Si te pones como objetivo “quiero tener la mente en blanco” puede que te frustres al comprobar lo mucho que te cuesta y te sientas mal contigo mismo, pensando que no vales para éso de la meditación (es lo que me pasaba a mí).
Cambia ese planteamiento por un “voy a concentrarme en mi respiración durante dos minutos cada día”. - En ejercicio:
Si piensas “quiero ponerme en forma” tu cerebro no interioriza los beneficios y lo ve como algo demasiado amplio, como que da pereza.
Cambia ese planteamiento por un “quiero caminar 10.000 pasos al día para sentirme más enérgico y saludable”. ¡VERÁS QUÉ BIEN!
[Ésto lo llevo haciendo varias semanas y me sienta de escándalo.] - En hitos laborales:
Seguro seguro seguro que vas a avanzar mucho más si piensas “quiero escribir 300 palabras al día” que si te planteas escribir un libro entero sin concederte pequeños logros.
Así con todo.
- En meditación:
- 2) Ponte un horario y dosifica
Plantéate un “hasta aquí” y no lo superes. Fija tu horario de trabajo y no te permitas saltarlo salvo que haya surgido algún imprevisto de causa mortal.
No caigas en el bucle de trabajar más para tener mejores resultados. Éso tan común en los inicios. - 3) Bájate del mundo una hora al día
Tanto digital se nos ha ido de las manos. Piensa sólo un momento: ¿a través de cuantos canales pueden contactar contigo de forma inmediata?
Email, llamada, mensaje de whatsapp, mensaje privado en redes sociales, canales de Slack, etc.
Los amantes del mindfulness defienden que la forma en la que empiezas el día determinará cómo será la jornada.
¿Qué tal si cambias la rutina de comprobar notificaciones nada más despertar por un desayuno en el que saborees de verdad el café y esa tostada maravillosa?
El desenlace
Me he marcado como hito personal el sacar el máximo partido a las horas del día, intentando minimizar fugas de tiempo para quitarme de encima todas las tareas que pueda.
He preparado un pequeño mapa para resumir mis método de trabajo y me ha ayudado muchísimo a poner orden en mi cabeza.
(Lo compartí en Linkedin y gustó mucho, mira).

Hazte un favor y cómprate el libro, hay que invertir en cultura y en sentirse bien.
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