He vivido 12 mudanzas, y las que me quedan seguro. En cada una de ellas me he dado cuenta de que tengo más cosas que las que necesito.
Soy gallega de corazón y espíritu pero me siento ciudadana del mundo, es por eso que llevo mucho tiempo con ganas de vivir con menos.
Me gusta pensar que si decido irme un año de ruta por el mundo podré hacerlo “sin miedo” a dejar atrás cosas que se estropeen y financiaciones varias pendientes.
Tenía una sensación encontrada, como de bloqueo, en lo referente a los libros y los CDs/vinilos. No podría librarme de ellos, me fascina verlos, son mi vía de escape cuando lo necesito.
Me tranquilicé después de ver el documental “Minimalism: the important things“. En él explicaban que no tienes porqué tirar/regalar/donar cosas que signifiquen algo para ti, el viaje hacia el minimalismo no implica sufrimiento, simplemente apuesta porque quites de tu vida esos artículos que no te aporten nada.
Me quedé con una frase:
Extraída de Minimalism: the important thing
“Ama a la gente y usa las cosas, porque al revés nunca funciona.“
Al lío, me he autorretado (qué manía tengo con esto) a librarme de una cosa al día.
LISTADO DE COSAS QUE ME HE QUITADO DEL MEDIO
- Una cafetera Ufesa de goteo que no utilizaba desde hacía 6 meses.
- Unos zapatos de tacón que no había llegado ni estrenar después de 5 años con ellos en el armario.
- Tres libros que me habían hecho aportado mucho y quería que siguiesen aportando en otras mentes.
- Cuatro abrigos que no me ponía desde hacía tres temporadas.
- Un smartphone básico “por si acaso”.
- Una tablet con la batería viciada.
- Un portátil para piezas, le fallaba la pantalla.
- Un portátil para piezas, le fallaba la gráfica.
- Un portátil para piezas, no sé ni para qué sirve.
- Una impresora heredada que no había llegado ni a instalar.
- Una mini linterna para enganchar en un libro y leer con poca luz, sin utilizar desde 2013.
- 3 bolsas enteras de ropa, no entro a detallar si no cumpliría un trimestre de “deshacerme de una cosa al día”.
- Un aparato para convertir una pantalla en smart TV.
- La mochila que utilizaba en 2º de la ESO.
- Unas zapatillas casi iguales a otras que tengo.
- Unas gafas de sol un poco quinquis que me habían regalado.
- Pares de calcetines a puñados.
- Tres de mis libros preferidos, para que aporten a los demás tanto como me han aportado a mí.
- Tazas de desayuno que ocupaban un espacio excesivo. Tengo tazas por encima de mis posibilidades.
- Cinco libretas que iba almacenando “por si acaso”.
- Una maleta de viaje que tenía por si se rompía la principal.
- Dos cargadores de móvil.
- Una colección de DVDs que no sé ni de dónde los había sacado.
- Varias cremas de esas que te regalan en Navidad.
- Una olla a presión.
- Tres tazas.
- Un juego de vasos.
- Uno de mis libros preferidos, ahora está ayudando a otra persona.
- Mucha, mucha ropa.
- …
Librarte de cosas que no necesitas te ayudará a liberar tu cabeza.
Librarte de la toma de decisiones innecesarias es esencial para la supervivencia freelance.